En temas de construcción, el exceso de agua puede ser altamente dañino y peligroso, puesto que afecta negativamente las propiedades geomecánicas, hidrostáticas y volumétricas del pavimento de la carretera.

Las obras de drenaje son altamente importantes pues, su objetivo, es controlar y redirigir el flujo del agua evitando así daños estructurales que con el tiempo propicien accidentes vehiculares, baches y tráfico.

Antes de hacer una obra de este tipo es importante evaluar cuál es la ubicación del área a tratar, qué espacio debe drenarse, cuál es la capacidad hidráulica de la misma y qué tipo de intervenciones es necesario realizar.

Algunos de los objetivos de las obras de drenaje son:

  • Evitar que el agua subterránea ascienda hasta la subrasante.
  • Evitar que el agua de los arroyos sea remansada por los terraplenes.
  • Evitar que los cortes de suelo se saturen con el peligro de derrumbes, deslizamientos y fallas que eso supone.
  • Evitar que el agua de las cunetas reblandezca las terracerías originando asentamientos peligrosos.